Es fundamental la prevención en la enfermedad cardiovascular y los expertos reconocen que dicha prevención debe focalizarse en ocho factores de riesgo posibles de modificar, promoviendo estilos de vida saludables:
- Hábito tabáquico
- Sedentarismo
- Presión arterial elevada
- Diabetes
- Índices de colesterol elevados
- No realizar una dieta saludable
- Sobrepeso u obesidad
- Estrés o ansiedad
Existen otros factores de riesgos no modificables como la herencia genética y otras condiciones clínicas que contribuyen al desarrollo de la enfermedad cardiovascular y sobre las cuales médico y paciente han de prestar especial atención, como son la enfermedad renal crónica o terapias para el tratamiento del cáncer.