Tener niveles altos de colesterol en sangre produce hipercolesterolemia. Está demostrado que las personas con niveles de colesterol en sangre de 240 o superiores tienen el doble de riesgo de sufrir un infarto de miocardio.
La arteriosclerosis, causante de muchas enfermedades cardiovasculares graves, se origina cuando las células son incapaces de absorber todo el colesterol que circula por la sangre y el sobrante se deposita en la pared de la arteria, contribuyendo a su progresivo estrechamiento.