[Autor: EDIZIONES]
[Fuente: Infosalus]

La hipertensión arterial es un problema de salud. Son muchos los factores que en nuestro día a día inducen a su desarrollo, tales como la edad, el sexo, el tabaco, o el estrés por ejemplo. Por ello, es importante su detección y tomar las medidas necesarias farmacológicas y no farmacológicas, con el objetivo de evitar los eventos cardiovasculares, su principal consecuencia.

Según explica la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), es una enfermedad caracterizada por un aumento de la presión en el interior de los vasos sanguíneos (arterias), de forma que con el tiempo estos se van dañando progresivamente, favoreciéndose el desarrollo de enfermedades cardiovasculares (ictus, infarto de miocardio e insuficiencia cardiaca), el daño del riñón, y en menor medida, según avisa, la afectación de la retina (los ojos).

Por desgracia, esta sociedad científica resalta que se trata de una enfermedad muy frecuente en España y que afecta al 35% de los adultos, y al 68% de los mayores de 65 años, según concreta.

Según especifica en una entrevista con Infosalus la doctora Yolanda Hernández Hernández, del Servicio de Nefrología del Hospital Universitario Infanta Sofía de Madrid, se considera que existe  hipertensión cuando una persona presenta una presión arterial sistólica mayor de 140 mmHg, o una Presión Arterial Diástolica (PAD) mayor o igual de 90 mmHg. Esto puede medirse a través de un tensiómetro, en la propia farmacia o en la consulta, así como en casa si se dispone del citado aparato.

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