[Autor: Agencias – Europa Press]
«Nuestro estudio sugiere que el ejercicio también puede ayudar a adherirse a una dieta baja en calorías, tal vez a través de una mejor regulación del apetito o el comportamiento alimentario, por lo que es una razón más para hacer actividad física si se quiere bajar de peso», han comentado los investigadores.
De hecho, el trabajo, en el que se han entrevistado a 130 participantes, ha evidenciado que el ejercicio reduce hasta un 12 por ciento la probabilidad de comer en exceso. Además, según se ha observado, por cada 10 minutos adicionales de ejercicio el riesgo de ejercicio se reduce en un uno por ciento en las horas posteriores a realizarlo.
Los resultados también insinuaron que el efecto del ejercicio sobre el comportamiento alimentario puede depender de la intensidad del mismo, y de la actividad física ligera que muestra los efectos protectores más fuertes contra comer en exceso.