[Autor: Laura Chivato Isabel]

[Fuente: Adherencia & Cronicidad & Pacientes]
Durante las vacaciones se pasa fuera del domicilio más tiempo del habitual y es común relajarse en cuanto al seguimiento de ciertos hábitos de vida saludable como puede ser la práctica deportiva, tanto que, según el último Anuario de Estadísticas Deportivas, solo en el 26,8 por ciento de viajes se realizan actividades deportivas. Esto unido a que únicamente el 34 por ciento de la población española realiza más de 150 minutos de actividad física aeróbica, según Eurostat, demuestra que los datos son poco alentadores. No obstante, septiembre es para muchos el mes ideal para hacer una lista de propósitos tras el verano, y si retomar el ejercicio o empezar con ello es uno de estos, hay que tener en cuenta que lo más importante es que“la práctica físico-deportiva esté supervisada por educadores físico-deportivos (profesionales colegiados/as con titulación universitaria en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte) a fin de evitar lesiones y realizar una adaptación progresiva e individualizada”, tal y como recuerda Vicente Gambau i Pinasa, presidente del Consejo General de la Educación Física y Deportiva (Consejo COLEF).
Lo más importante es que “la práctica físico-deportiva esté supervisada por educadores físico-deportivos a fin de evitar lesiones y realizar una adaptación progresiva e individualizada”

Las recomendaciones para población general que ofrecimos desde COLEF, junto con el Consejo Superior de Deportes (CSD), para retomar con seguridad la actividad física tras el confinamiento, son totalmente extrapolables a cualquier otra situación desde la que se parta con bajos niveles de actividad física. De la misma manera, junto con el CSD también realizamos recomendaciones específicas para deportistas profesionales y federados, y también otras como para personas mayores, que son también aplicables a periodos postvacacionales”, explica Gambau i Pinasa.

 

En líneas generales, antes de comenzar con la práctica deportiva, desde el Consejo COLEF insisten en conocer las limitaciones de cada uno, es decir, ser consciente de qué tipo de esfuerzo es el adecuado; y en el caso de tener alguna enfermedad, consultar con el médico. Una vez realizado este ‘análisis previo’, es importante personalizar el programa de entrenamiento, ya que además ayudará a cumplir con los objetivos deseados: Los/as educadores/as físico deportivos/as pueden contribuir a esa adherencia en todas las edades, explorando aquello que más pueda motivar a cada persona, para que la práctica físico-deportiva sea un hábito regular, y siempre marcando objetivos realistas”, destaca el presidente del COLEF. Junto a todo ello es clave también calentar, y se puede aprovechar el domicilio antes de salir fuera de casa.

Recomendaciones generales para comenzar a hacer ejercicio. Fuente: COLEF

Entre las recomendaciones generales mencionadas por Gambau i Pinasa, además de aquellas relacionadas con las medidas de prevención frente al coronavirus, se encuentran algunas como ajustar la intensidad a la que se debe continuar o comenzar a realizar práctica físico-deportiva, dependiendo de si se estaba realizando ejercicio físico de forma regular o no; o ajustar el volumen para ir progresando poco a poco y dar tiempo al cuerpo a que se vuelva a adaptar. Además, es fundamental ajustar el tipo de ejercicio que se va a realizar, ya que este debe estar adaptado a las características personales.

Recomendaciones generales para comenzar a hacer ejercicio. Fuente: COLEF

Este último punto, a pesar de ser fundamental, parece ser que no se ha tenido tanto en cuenta desde que comenzó el ‘desconfinamiento’, pues diferentes expertos han alertado de un aumento en el número de lesiones desde mayo. El presidente del Consejo COLEF lo relaciona con el gran número de influencers y personas no cualificadas que durante estos meses han publicado diferentes ejercicios para sus seguidores: “En la red circulan pseudo consejos o ejercicios inadecuados difundidos por personas sin la cualificación exigida legalmente (influencers, deportistas profesionales, practicantes vocacionales u otros profesionales de diferentes sectores) que acaban siguiendo miles de personas, con el riesgo que esto supone para su salud. Desgraciadamente, fuera de internet también prestan servicios personas sin cualificación”.

 

“Aun estando el contenido elaborado por educadores físico deportivos -añade-, las personas espectadoras que quieran implementar las ‘rutinas’ o consejos que circulan en la red deben tener en cuenta que estas no tienen por qué adecuarse a su perfil o características. Además, se debe tener en cuenta que, sin supervisión profesional de la técnica de ejecución, la intensidad del trabajo o el volumen, la seguridad disminuye considerablemente y aumenta el riesgo de lesiones”.

“Sin supervisión profesional de la técnica de ejecución, la intensidad del trabajo o el volumen, la seguridad disminuye considerablemente y aumenta el riesgo de lesiones”

Por ello, desde el COLEF hacen hincapié en asegurarse, a través de su buscador de colegiados, de que el profesional que ofrece consejos en la red sobre ejercicio físico orientado a la salud (o se contraten servicios relacionados con estos) sea un educador físico deportivo.

Ejercicio y enfermedades

Al ser preguntado por la utilidad del ejercicio físico, Gambau i Pinasa hace referencia a la evidencia científica, y es que son múltiples los beneficios que se han demostrado en la investigación con los años. Por ejemplo, en una revisión de 2012 evidenciaban que existían un total de 35 enfermedades crónicas que empeoran por falta de actividad física; en otra de 2015 lo exponían al revés: 26 enfermedades crónicas mejoran con ejercicio físico.

 

Además de ser un aliado para prevenir, por ejemplo, la obesidad y las comorbilidades que trae consigo, el ejercicio físico puede ser de gran ayuda contra la COVID-19, ya que, como explica el presidente del COLEF, “las respuestas y adaptaciones a las dosis adecuadas de ejercicio físico producen beneficios en el sistema inmune, con un efecto protector frente a los virus”.

“Las respuestas y adaptaciones a las dosis adecuadas de ejercicio físico producen beneficios en el sistema inmune”

A pesar de ello, el sedentarismo parece ser una actitud común entre la población general, ya que, según la Encuesta Nacional de Salud publicada en 2017, el 35,3 por ciento de la población entre 15 y 69 años no alcanza tan siquiera las recomendaciones de la OMS sobre actividad física.

 

Por ello, es fundamental que desde una edad temprana se lleven acabo estrategias e iniciativas que fomenten la práctica deportiva entre los más pequeños, para que así se conviertan en adultos sanos. Con esto coincide el presidente del COLEF, para quien es clave inculcar la importancia de la asignatura de Educación Física (EF)“una materia con un carácter pedagógico e inclusivo, que desarrolla la educación integral y que es realmente útil para la formación de la persona”.

 

La EF contribuye a la educación integral del individuo, inculca hábitos de vida saludable, mejora la competencia corporal, mejora la capacidad intelectual, la toma de decisiones, la autoestima, la salud, etc. Esta asignatura provee al alumnado de la suficiente cultura motriz, el aprendizaje de patrones de movimiento diversos, con el objetivo de evitar la pobreza motriz que acarrea graves consecuencias a nivel comportamental, de salud, etc.”, apunta.

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