[Autor: Laura Chivato Isabel]
El pasado 29 de septiembre se celebraba el Día Mundial del Corazón con el objetivo de seguir concienciando a la población sobre la importancia de mantener una buena salud cardiovascular, ya que no está de más recordar uno de los datos más sonados si hablamos de este asunto: y es que las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en España, a pesar de que el 80 por ciento de los casos se podrían prevenir siguiendo un estilo de vida saludable, tal y como destaca la Sociedad Española del Corazón (SEC). De esta falta de concienciación, no solo entre la población general, sino también entre los propios pacientes, derivan una serie de retos a los que se enfrenta el abordaje de este tipo de patologías. Pero, ¿cuáles son?
Para el doctor Juan Cosín, presidente de la Asociación de Cardiología Clínica de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), uno de ellos es la prevención a través de los hábitos saludables. Según este experto, dicha prevención debería comenzar desde la infancia para que en el futuro se contase con adultos sanos y con menor riesgo de desarrollar complicaciones cardiovasculares.
Dicha prevención debería comenzar desde la infancia para que en el futuro se contase con adultos sanos y con menor riesgo de desarrollar complicaciones cardiovasculares
“La prevención desde que somos niños es muy importante, ya que si en casa los hijos acostumbran a ver a sus padres seguir una dieta saludable y hacer ejercicio, cuando sean adultos adoptarán este tipo de vida de una manera más natural. En este sentido, no podemos olvidar que la mejor escuela es aquella que tenemos en casa, para así además adelantarnos a los problemas futuros que puedan surgir”, explica el doctor Cosín.
Esta prevención temprana cobra más relevancia cuando se consultan los datos relacionados con la obesidad infantil. Según el último ‘Estudio Nutricional de la Población Española (ENPE)’ publicado en la Revista Española de Cardiología (REC), el 34 por ciento de la población española de entre 3 y 24 años tiene sobrepeso u obesidad, cifra que asciende hasta casi el 40 por ciento en el caso de los niños de entre 3 y 8 años.
Teniendo esto en cuenta, desde la Fundación Española del Corazón (FEC), con el respaldo de la SEC, publicaron el año pasado el informe ‘Riesgo cardiovascular desde la infancia’, un documento de consenso en el que proponen seis medidas clave a tomar “con inmediatez” para cuidar la salud cardiovascular de los adultos del futuro. Entre estas se encontraba: una hora diaria más de actividad física a la semana en Educación Infantil y Primaria, la apuesta por centros escolares multideporte, la apertura de los centros educativos durante los fines de semana, festivos y periodo vacacional para actividades deportivas tuteladas de los alumnos, mejoras en la gestión y la calidad de la oferta alimentaria en los comedores escolares y en los hogares disminuyendo el “despilfarro” de alimentos, sustituir los contenidos actuales de las máquinas de ‘vending’ por otras con alimentos saludables (agua, fruta entera o lácteos sin azúcar) y la creación de un sello de calidad para centros escolares que cumplan con una serie de criterios a monitorizar.
El doctor Cosín, al igual que se expone en este informe, entiende la prevención en la infancia como un tema educativo, el cual, efectivamente y coincidiendo con las recomendaciones anteriores, debería ser abordado en los colegios: “Por ejemplo, considero positivo que hubiera una asignatura de salud general para que los niños se concienciaran desde pequeños de lo importante que es tener una buena salud cardiovascular, pero también de cualquier otro tipo, ya que siguiendo una dieta saludable y realizando ejercicio, se podrían evitar otra serie de enfermedades crónicas”.
“Considero positivo que hubiera una asignatura de salud general para que los niños se concienciaran desde pequeños de lo importante que es tener una buena salud cardiovascular”
“Así -añade este experto-, la alimentación debería basarse en la dieta mediterránea, que incluye fruta, verdura, legumbres, aceite de oliva, evitar productos procesados fuera de casa o evitar grasas en exceso; esto tendría que estar todos los días en nuestra mesa. Además, es importante realizar ejercicio moderado de unos 30-40 minutos, al menos, cinco días a la semana. Un pequeño gesto que podría ayudar en esta tarea es acudir al centro de trabajo andando o en bicicleta, si fuera posible, en lugar de ir en coche”.
Pacientes cardiovasculares y adherencia
A pesar de que con estas recomendaciones podrían evitarse un gran número de fallecimientos, en España las enfermedades cardiovasculares son las responsables del 28,3 por ciento de las defunciones anuales, por delante de los tumores y las enfermedades respiratorias, tal y como reflejan los datos del 2018 de la ‘Estadística de defunciones según causa de muerte’ elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Sin embargo, el mensaje sigue sin calar y, como se ha mencionado anteriormente, no solo entre la población general, sino también entre los propios pacientes que, a pesar de haber sufrido, por ejemplo, un infarto, no todos están concienciados de la importancia que tiene el buen control de su salud para prevenir un segundo episodio. “Aunque gracias a la investigación los tratamientos han avanzado mucho y, con ello, la mortalidad ha ido decreciendo, la sociedad está menos preocupada de la enfermedad cardiovascular respecto a otras patologías. Y si hablamos de los pacientes, uno de los principales factores que complica la concienciación es que son patologías que no duelen y que, por lo tanto, no menoscaban la calidad de vida de forma tan puntual como podría hacerlo un dolor de cabeza”, señala el doctor Cosín.
“Uno de los principales factores que complica la concienciación es que son patologías que no duelen”
En este sentido, son muy llamativos los datos relacionados con la falta de adherencia a los tratamientos, ya que según el ‘Estudio Nacional de Adherencia en Patologías Crónicas’ del Grupo OAT, el grado de adherencia a los tratamientos en pacientes con enfermedad cardíaca es del 57 por ciento, es decir, que la mitad de estos no cumple con el tratamiento a pesar de que es clave para el buen manejo de las patologías y también para prevenir la aparición de otro evento cardiovascular, lo que se conoce como prevención secundaria.
“La adherencia es fundamental a pesar de que muchos pacientes no son cumplidores ni siguen hábitos de vida saludable. En esto tiene que ver, por ejemplo, el hecho de que, gracias a los distintos avances, los ingresos son más cortos, lo que a su vez provoca que el paciente reste importancia a su enfermedad y que, por lo tanto, no esté concienciado de las medidas de prevención a adoptar para evitar un segundo evento”, comenta este experto.
“Además -añade el doctor Cosín-, otro de los grandes problemas es la mala prensa que tiene el tratamiento del colesterol, las estatinas. Se han publicado distintas informaciones falsas sobre los perjuicios de dichos fármacos cuando es uno de los tratamientos más saludables y que más beneficios han demostrado en salud cardiovascular. Sin embargo, según datos de la Comunidad Valenciana de hace unos años, a los 9 meses de haber sufrido un infarto, hay un 40 por ciento de pacientes que no lo toma, y esto evidentemente es un tema que a los profesionales nos preocupa en gran medida”.
A todo esto hay que sumarle la llegada del coronavirus COVID-19, una situación que ha supuesto en todos los ámbitos un duro golpe, incluso en Cardiología, tanto que el doctor Cosín subraya que se han encontrado con pacientes que, debido al miedo por contagio, no se han trasladado ni al Centro de Salud ni al Hospital y ahora después de estos meses acuden con “los peores infartos que se han visto en mucho tiempo”. “Estamos viendo problemas que antes no veíamos”, lamenta.
(…) después de estos meses acuden con “los peores infartos que se han visto en mucho tiempo”
“No obstante, a pesar de que desde el principio se empezó a conocer que las personas con enfermedad cardiovascular tenían peor pronóstico, no quiere decir que los pacientes con cardiopatía isquémica o aquellos que hayan sufrido un infarto vayan a fallecer en caso de contagiarse de coronavirus. Hay muchos pacientes con cardiopatías que tienen coronavirus y evolucionan favorablemente”, aclara el doctor Cosín.
Por todo ello, este especialista anima a tener en cuenta la salud cardiovascular todo el tiempo, no únicamente en el Día Mundial del Corazón, aunque evidentemente esta fecha tan señalada es muy importante para aportar un granito de arena más en la prevención de este tipo de enfermedades. “Todas las campañas de concienciación son bienvenidas, pero siempre sin olvidar que, aunque la enfermedad cardiovascular, como el colesterol, no suponga una dolencia aguda, es fundamental tenerla en cuenta los 365 días del año”, apunta.