[Autor: Redacción]
El mes de octubre acaba de empezar y con él la campaña de vacunación antigripal. Y es que, la mayoría de los brotes de gripe ocurren precisamente a partir de este momento: hacia el final del otoño y durante el invierno. En España, el 80 por ciento de los hospitalizados por gripe presenta algún factor de riesgo, entre ellos la enfermedad cardiovascular, además de otros como la enfermedad respiratoria, la obesidad, la diabetes o inmunodeficiencias. Como ha explicado la doctora Amelia Carro, vocal de la Asociación de Riesgo Vascular y Rehabilitación Cardiaca de la Sociedad Española de Cardiología (SEC): “La enfermedad cardiovascular es la afectación más frecuentemente relacionada con esas hospitalizaciones. El 34 por ciento de los hospitalizados por gripe tiene una enfermedad cardiovascular de base”. Asimismo, la experta ha subrayado que “la gripe multiplica por nueve la probabilidad de desarrollar un infarto y es un predictor de mortalidad”. De hecho, como recuerda, “durante la fase epidémica de la gripe se observan claros excesos de la mortalidad global, especialmente en adultos por encima de los 65 años y/o con factores de riesgo”.
El riesgo de sufrir un evento cardiovascular aumenta tras sufrir una infección respiratoria. Estos eventos comprenden desde la cardiopatía isquémica (infarto de miocardio, angina de pecho estable) hasta la enfermedad cerebrovascular (ictus, trombosis, hemorragia cerebral), pasando por la insuficiencia cardiaca, a veces asociada a arritmias o infarto, o complicada con shock cardiogénico e insuficiencia respiratoria grave.
En concreto, respecto al infarto agudo de miocardio, la esta experta ha señalado que “hasta el 10 por ciento de los infartos que se producen durante la fase epidémica de la gripe se relacionan con esta infección” y que “el riesgo de desarrollar un infarto se mantiene elevado incluso tras el periodo de exposición al virus”.
“Hasta el 10 por ciento de los infartos que se producen durante la fase epidémica de la gripe se relacionan con esta infección”
Vacunación antigripal en tiempos de coronavirus
A pesar del creciente arsenal terapéutico para el tratamiento de las enfermedades cardiovasculares, los tratamientos tradicionales no pueden modificar el riesgo asociado a la gripe. La vacunación antigripal es la mejor manera de reducir el riesgo adicional que conlleva la gripe. “A pesar de esto, las tasas de vacunación son sorprendentemente bajas, incluso en los colectivos vulnerables”, ha comentado la doctora Carro. Esto supone un “reto significativo de salud pública y a la vez una oportunidad de mejorar el pronóstico de enfermedades graves y potencialmente prevenibles”.
La vacunación antigripal previno el año pasado un 26 por ciento de hospitalizaciones, un 40 por ciento de admisiones en UCI y un 37 por ciento de defunciones, según datos del Ministerio de Sanidad. “Además, se sabe que la vacunación reduce hasta un 56% el riesgo de complicaciones cardiovasculares”, añade la Dra. Carro.
Debido a la pandemia de la COVID-19, la vacunación antigripal es, si cabe, más importante este año. “Es importante que la cobertura de vacunación sea máxima. Además de protegernos a nosotros, protegeremos a los que nos rodean, evitaremos el colapso sanitario y evitaremos complicaciones cardiovasculares y respiratorias que pueden tener un desenlace fatal”, valora la cardióloga.
“Además de protegernos a nosotros, protegeremos a los que nos rodean, evitaremos el colapso sanitario y evitaremos complicaciones cardiovasculares y respiratorias que pueden tener un desenlace fatal”
Teniendo en cuenta que los factores de riesgo y complicaciones de la gripe son prácticamente superponibles a los de la COVID-19, la SEC recomienda por ello establecer medidas adicionales para prevenir las temibles complicaciones de la gripe y preservar la salud de las personas en riesgo. La doctora Amelia Carro ha destacado que estas medidas pasan por:
- Mantener los factores de riesgo de complicación lo más estables posibles. Esto es la hipertensión, la diabetes, las enfermedades pulmonares, la obesidad, las inmunodeficiencias, las enfermedades cardiovasculares, etc. Este año se han modificado los criterios de población vulnerable y se considera la hipertensión arterial aislada dentro del grupo de enfermedades cardiovasculares. “Es recomendable que pacientes con estos problemas vigilen sus cifras, cumplan los tratamientos y mantengan un estilo de vida correcto de forma que, si se contagian, tengan sus sistema inmunitario lo más preparado posible”.
- Seguir rigurosamente las medidas de prevención para evitar contagio: lavado de manos, distancia social, no tocarse la cara, toser y/o estornudar en el brazo, usar pañuelos desechables. El uso de mascarilla no evita ni elude estas medidas. “Se recomienda evitar aglomeraciones, actividades en grupo que puedan posponerse y la afluencia en lugares cerrados”, recuerda la experta.
- Vacunación. De momento no existe vacuna eficaz frente al coronavirus. Aunque hay estudios en marcha no hay garantía de que se vaya a conseguir a corto plazo. “Serían buenas noticias, pero hay enfermedades como el SIDA que, tras más de 30 años de investigación, aún no han dado con una vacuna eficaz”, recuerda la Dra. Carro, quien añade que “lo que sí existe es una vacuna contra la gripe con resultados consistentes que demuestran su capacidad de prevención de complicaciones”.
La SEC recomienda a todos los pacientes con enfermedad cardiovascular contactar con su centro de salud para programar su vacunación y consultar todos los puntos disponibles para su administración.
La Dra. Carro ha participado, como representante de la SEC, en la elaboración del documento ‘Gripe y eventos cardiorrespiratorios: una revisión clínico epidemiológica multidisciplinar’, promovido por la Asociación Española de Vacunología (AEV).
En la elaboración del documento han participado también representantes de la Asociación Española de Pediatría (AEP), la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene (SEMPSPH), la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) y la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG). El documento cuenta con el patrocinio de Sanofi-Aventis.