La Hipertensión Pulmonar limita la capacidad de esfuerzo. Sin embargo, el entrenamiento y el ejercicio físico bajo supervisión del médico o fisioterapeuta mejora poco a poco la tolerancia al esfuerzo y la capacidad cardiopulmonar.
Se aconseja que los pacientes con Hipertensión Pulmonar permanezcan activos dentro de los límites de sus síntomas, dependiendo de la gravedad de su enfermedad.