Aunque los pacientes tengan autonomía, el entorno social y familiar son un pilar importante para éstos porque pueden:
- Estar informados del tratamiento y recomendaciones
- Dar buenos consejos sobre su salud
- Ayudar a que sea adherente al tratamiento
- Tranquilizar al paciente ante cualquier preocupación
- Ofrecer apoyo emocional cuando lo necesite
- Escucharle en todo momento