[Autor: Maria Casas]
[Fuente: mundodeportivo]
Un estudio asegura que la vida sedentaria también aumenta el riesgo de enfermedad cardiovascular
La menopausia es la época de la vida de una mujer en la cual deja de tener menstruaciones. Se trata de un efecto que se produce naturalmente y que, generalmente, ocurre después de los 45 años.
Los expertos de Medline Plus señalan que la menopausia se produce porque los ovarios de la mujer dejan de producir las hormonas estrógeno y progesterona. Así, detallan que una mujer llega a la menopausia cuando no tiene el período menstrual durante un año.
Sin embargo, los cambios y los síntomas que afectan durante esta etapa de la vida pueden empezar varios años antes. Además de cambios en las menstruaciones, se suelen producir otros síntomas como calores y sudoración nocturna, dificultad para dormir, sequedad vaginal, cambios de humor, dificultad para concentrarse, menos cabello y más vello facial.
Según los profesionales de la salud, estos cambios no sólo interfieren en la calidad de vida de la mujer, sino que también se asocian a una serie de problemas de salud.
¿Se pueden prevenir los sofocos durante la menopausia?
Los sofocos son uno de los síntomas más comunes de la transición a la menopausia. Aproximadamente el 80% de las mujeres dicen experimentar sofocos y algunos datos que ofrecen los científicos exponen que un mayor número y la gravedad de los sofocos están relacionados con un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular.
Recientemente un nuevo estudio que ha hecho público en la Reunión Anual de la Sociedad Norteamericana de Menopausia (NAMS) expone que el comportamiento sedentario podría aumentar la probabilidad de sufrir sofocos nocturnos.
Por otro lado, el comportamiento sedentario, que es más frecuente conforme las personas se hacen mayores, también está relacionado con un mayor riesgo de sufrir una enfermedad cardíaca.
Sin embargo, los mismos expertos de la NAMS aseguran que existen pocos estudios que hayan evaluado el efecto del comportamiento sedentario en la experiencia de los sofocos.
Los estudios que se han llevado a cabo hasta el momento se han basado en autoinformes y no han tenido en cuenta algunas medidas objetivas de los sofocos o del comportamiento sedentario.
La vida sedentaria podría predecir los sofocos
Pero este nuevo estudio que ha publicado la NAMS incluye a mujeres pre, peri y posmenopáusicas y, además, tiene como objetivo determinar si el comportamiento sedentario medido objetivamente es un factor de predicción de la experiencia objetiva y subjetiva de los sofocos.
Según exponen los resultados preliminares del estudio, el comportamiento sedentario predice los sofocos nocturnos objetivos, independientemente del tiempo que se dedique a practicar una actividad moderada.
«Dado que las mujeres que se acercan a la transición de la menopausia dedican una gran parte de sus actividades diarias a comportamientos sedentarios, es importante comprender cómo influye dicho comportamiento en los sofocos de la menopausia”, explica Sarah Witkowski, doctora y fisióloga del ejercicio en el Smith College y coautora del estudio.
Según esta experta, “el conocimiento relativo a la influencia del comportamiento sedentario en los sofocos puede mejorar las recomendaciones de estilo de vida basadas en la evidencia para las mujeres que experimentan sofocos».
Por su parte, la misma Stephanie Faubion, doctora y directora médica de la NAMS, explica que la investigación “ayuda a identificar los factores desencadenantes o de riesgo”, por lo que “los profesionales de la salud deben revisar las actividades y rutinas físicas de la paciente cuando discutan las opciones de tratamiento».