La manifestación de la Hemofilia son los sangrados prolongados.
Los sangrados se producen frecuentemente en las articulaciones (70-80%) o en los músculos (10-20%). Cuando se producen sangrados reiterados sobre la misma articulación se desarrolla lo que se llama artropatía hemofílica, que produce dolor y pérdida de la función.
También se pueden producir otros sangrados más graves (digestivos, garganta, cuello, intracraneales…) pero son mucho menos frecuentes (5-10%).