Las mujeres portadoras no suelen tener síntomas porque su otro cromosoma X funciona correctamente.
En algunas ocasiones el cromosoma X sano puede “silenciarse” y por ello experimentan problemas de sangrado.
Las portadoras sintomáticas suelen tener Hemofilia leve o moderada.
Es importante prestar atención al diagnóstico de las mujeres portadoras para prevenir diagnósticos tardíos.
Además, las portadoras requerirán atención especializada y específica a la hora de afrontar un embarazo.