Es importante que te asegures de descansar lo suficiente, con reposo relativo o siestas siempre que sea posible. Esto puede ayudar a controlar la fatiga.
Mantener unos patrones de sueño regulares es también útil y realizar algo de ejercicio ligero durante el día para ayudarte a dormir mejor.
Existen ciertas bebidas que pueden interferir con la capacidad del organismo para conciliar el sueño, por lo que es recomendable evitar las que contienen cafeína y alcohol.
Las preocupaciones y la ansiedad también son factores que a veces pueden afectar el sueño; revisa el apartado de psicología de la salud que se encuentra también en esta guía.
Para ayudar a relajarse prueba darte un baño caliente antes de acostarte, lee un libro o escucha música suave.