Cuando hablamos de hábitos saludables nos referimos a todas aquellas conductas que influyen positivamente en nuestro bienestar físico, mental y social. Es decir que, independientemente de tener una enfermedad, crear prácticas sanas nos puede ayudar a sentirnos mejor.
La HPN es una patología crónica -lo que significa que puede estar presente a lo largo de toda tu vida- así que es fundamental seguir un estilo de vida saludable del que forman parte el ejercicio físico, la alimentación, el descanso, el trabajo y la actividad social. Al alcanzar un equilibrio en estas prácticas, conseguirás mejorar tu calidad de vida.
Tal como hemos comentado previamente, la HPN es una enfermedad compleja que puede afectar a cada persona de forma diferente, no todos los cambios en el estilo de vida funcionarán para todos por igual. Ten paciencia, es posible que tengas que probar con diversas modificaciones del estilo de vida para descubrir qué funciona para ti.