Es una patología crónica (gradual) en la que los pacientes que la padecen, tienen el corazón débil y no bombea la sangre de forma normal.
El corazón es incapaz de impulsar la sangre con la fuerza necesaria: esto hace que los órganos y los músculos reciban menos sangre, lo cual puede provocar la sensación de cansancio o fatiga.
Además, los líquidos se acumulan en los pulmones y otras partes del cuerpo, como las piernas y el abdomen porque no se pueden eliminar correctamente.
La retención de líquidos y el ahogo obligan a este corazón débil a latir mucho más rápido, con lo que el corazón aún se agota más.
La insuficiencia cardíaca es una enfermedad crónica, por lo que tendrás fases en las que te encontrarás mejor y épocas en las que puedes empeorar.