El entorno social y familiar es muy importante, porque quienes acompañan al paciente tienen un papel fundamental en su patología, la adherencia al tratamiento y su estado emocional.

Aunque los pacientes tengan autonomía, es aconsejable que las personas de su entorno (padres, hijos, pareja, vecinos, cuidador, etc.) estén informados del tratamiento y las recomendaciones indicadas por los profesionales.

El entorno social y familiar son un pilar para el paciente porque pueden:

  • Dar buenos consejos sobre su salud
  • Ayudar a que sea adherente al tratamiento
  • Tranquilizar al paciente ante cualquier preocupación
  • Ofrecer apoyo emocional cuando lo necesite
  • Escucharle en todo momento