Recomendaciones para reducir el riesgo cardiovascular

Como indica el Dr. Pérez Martínez, los buenos hábitos deben comenzar desde la niñez, llevando una dieta sana y equilibrada. Se debe reducir al mínimo el consumo de sal y la ingesta de grasa de origen animal y aumentar el ejercicio físico. “El deporte debe de formar parte de nuestra vida y debemos transmitírselo a nuestros hijos”, indica el cardiólogo, que también recuerda la importancia de conocer el nivel de colesterol desde la infancia y a lo largo de la vida para poder tomar las “medidas higiénico-dietéticas” oportunas.

Otro consejo esencial es evitar completamente el tabaco que “activa la coagulación sanguínea y puede provocar una catástrofe con un pequeño daño vascular, incluso siendo joven”, explica el Doctor. Asimismo, las mujeres que han sufrido hipertensión arterial o glucosa elevada en el embarazo deben estar atentas porque podrían volver a alterarse. Y en caso de tener algún familiar de primer grado joven o de edad media que falleció súbitamente es necesario ponerlo en conocimiento del médico porque es un factor de riesgo muy importante para muchas enfermedades cardiovasculares.

Extremar el cuidado a partir de los 50 años

En este momento de la vida se debe prestar especial atención al peso, a la glucosa y a la presión arterial, ya que la hipertensión arterial es “una plaga” en estas edades. En este sentido, el Dr. Pérez Martínez recomienda “medirla cada día, preferentemente por la mañana y relajado; despreciar la primera toma y volver a tomarla un minuto después. Si supera 130/80 hay que reducir el consumo de sal y si sube mucho de estos valores, acudir al médico”.

Se debe continuar haciendo ejercicio pero bajando un poco la intensidad“A partir de media hora cuatro días por semana mejorará la calidad de vida y todos los factores de riesgo”, señala en cardiólogo de HM Hospitales. Y un consejo fundamental: “Relájate, a partir de ahora tu cuerpo tolerará peor el estrés” y las investigaciones que se han llevado a cabo hasta el momento demuestran que las personas con altos niveles de ansiedad y nerviosismo tienen mayor riesgo a sufrir problemas de corazón.