[Autor: Redacción Médica]
[Fuente: Redacción Médica]
Las personas diagnosticadas con esteatosis hepática metabólica que presentan fibrosis avanzada, una forma del hígado graso no alcohólico, tienen un mayor riesgo de desarrollar diabetes mellitus tipo 2 e hipertensión arterial. Así lo confirma un estudio realizado por investigadores del Ciber de Enfermedades Hepáticas y Digestivas (Ciberehd) y del área de Enfermedades hepáticas, digestivas e inflamatorias del Instituto de Biomedicina de Sevilla (BIS) que ha publicado la revista Journal of Hepatology. La investigación ha estado liderada por Javier Ampuero y Manuel Romero Gómez, responsables del grupo SeLiver del IBIS y pertenecientes al Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla.
La enfermedad hepática metabólica, también conocida como enfermedad del hígado graso no alcohólico (o Nafld, por sus siglas en inglés) es una de las principales hepatopatías a nivel mundial, afectando a más del 20 por ciento de la población adulta en los países occidentales, y actualmente es la tercera causa de indicación de trasplante hepático.
«El descubrimiento nos obliga a estar atentos a su aparición durante el seguimiento de estos pacientes» |
La mayoría de los pacientes con Nafld tienen al menos una de las características del síndrome metabólico (que se caracteriza por la aparición conjunta de varios factores de riesgo cardiovascular, entre ellos hipertensión, resistencia a la insulina y cambios en los lípidos). De hecho, esta patología se considera una manifestación hepática del síndrome metabólico.
En este nuevo estudio, los investigadores trataron de confirmar si la enfermedad hepática metabólica puede preceder también al desarrollo de diabetes mellitus tipo 2 y otros componentes del síndrome metabólico. Para ello, se hizo un seguimiento durante más de cinco años a un total de 178 pacientes metabólicamente sanos al inicio del estudio, a los que se había diagnosticado esteatosis hepática metabólica.
“Nuestros resultados confirman que esta patología puede jugar un papel catalítico en el desarrollo de diversas comorbilidades, como la diabetes mellitus tipo 2, la hipertensión arterial y dislipemia”, señalan Ampuero y Romero, que han coordinado el estudio. De hecho, un nueve por ciento de los pacientes desarrollaron diabetes tipo 2, un 8,4 por ciento hipertensión arterial, un 9,6 por ciento HDL bajo, y un 23,6 por ciento hipertrigliceridemia a lo largo de los cinco años de seguimiento.
Fibrosis y obesidad multiplican el riesgo
En el análisis combinado de las variables del estudio, también se observó que “las tasas de incidencia anual de diabetes mellitus tipo 2 e hipertensión arterial fueron superiores en pacientes con fibrosis significativa y obesidad”, subrayan los investigadores. De hecho, pacientes con fibrosis avanzada presentaron un riesgo cuatro veces superior de desarrollar diabetes e hipertensión.
“Hasta ahora, sabíamos que determinados factores metabólicos, como la diabetes o la hipertensión arterial, eran causa de esteatosis hepática. Ahora, tras este estudio, también sabemos que pueden ser consecuencia de la afectación hepática, lo que nos obliga a estar atentos a su aparición durante el seguimiento de estos pacientes” explican.
Este mismo estudio ha descrito, además, que Hepamet Fibrosis Score (índice no invasivo que predice con elevada seguridad diagnóstica la presencia de fibrosis en pacientes Nafld) tendría un uso adicional a la hora de predecir el desarrollo de diabetes, por encima de otros métodos similares como Nafld Fibrosis Score y FIB-4.
Este trabajo es resultado de la colaboración con más de 30 investigadores españoles y en él han participado hasta diez grupos adscritos al Ciber. Su elaboración se ha realizado en el entorno del Registro HEPAmet que pertenece a la Asociación Española para el Estudio del Hígado (AEEH) y al Ciber de Enfermedades Hepáticas y Digestivas (Ciberehd).