La actividad física regular es importante para promover el desarrollo neuromuscular y la salud ósea.
En los pacientes con Hemofilia son especialmente recomendables los deportes sin contacto.
Los deportes de alto contacto y de colisión no se recomiendan por la mayor probabilidad de lesiones que podrían ser potencialmente mortales, a menos que se siga una profilaxis adecuada. Tampoco son recomendables ejercicios físicos que puedan producir efectos de sobrepresión continuada sobre determinadas articulaciones como tobillos o rodillas.
Los programas deportivos organizados son preferibles frente a las actividades deportivas no estructuradas.
Las personas con Hemofilia deben consultar a un profesional de rehabilitación para: analizar su idoneidad, el equipo de protección necesario, la profilaxis (cobertura de factor) y las habilidades físicas requeridas antes de comenzar.