La Hemoglobinuria Paroxística Nocturna (HPN) es una enfermedad adquirida, es decir, no se nace con ella, no se puede heredar y no es contagiosa. En la HPN, las células sanguíneas no expresan un gen llamado PIG-A (fosfatidilinositol glucano de clase A). Este gen permite que una sustancia, denominada glicosil-fosfatidilinositol (GPI, por sus siglas en inglés), ayude a que ciertas proteínas protectoras se fijen en la superficie de las células sanguíneas. Las personas que padecen esta enfermedad no tienen estas proteínas protectoras, lo que hace que sus células sean más susceptibles al ataque por una parte del sistema inmunitario llamado el sistema del complemento.
Este sistema del complemento es una compleja red de defensa que desempeña un papel fundamental para mantener el cuerpo a salvo de peligros como las infecciones y enfermedades. Su función, entre otras, es deshacerse de células dañadas. Cuando son los glóbulos rojos las células defectuosas, la destrucción de estas células se conoce como hemólisis.
Debido a que el sistema del complemento está constantemente activado, la mayoría del tiempo a un nivel bajo, los pacientes con HPN, que carecen de esas proteínas protectoras, experimentan una destrucción de los glóbulos rojos (hemólisis) crónica. Ciertas situaciones como infecciones, vacunas, intervenciones quirúrgicas, etc. pueden dar lugar a una crisis de hemólisis aguda. Ya sea una hemólisis crónica o aguda, finalmente, lo que ocasiona es que los pacientes no tengan suficientes glóbulos rojos para transportar el oxígeno desde los pulmones al resto del organismo.
La HPN recibió este nombre por los síntomas que tenían los pacientes la primera vez que se describió la enfermedad. “Hemoglobinuria”, porque los pacientes tenían hemoglobina en la orina y de ahí que su orina fuera de color oscura, “paroxística” porque los síntomas ocurrían de manera intermitente o repentina, y “nocturna” porque parecía que ocurría por la noche o se observaba a primera hora de la mañana. Pero en realidad, estos términos pueden llevar a confusión, puesto que la HPN es una enfermedad presente todo el tiempo y no todos los pacientes experimentan coloración en la orina.
La HPN es una enfermedad crónica, y por ello, de larga duración y progresión lenta, pudiendo comprometer el pronóstico de vida de las personas que la padecen.
Es un trastorno hematológico raro, con una incidencia en torno a 1-1,5 casos por millón de individuos en todo el mundo, pero podría ser mayor en ciertas regiones. Afecta preferentemente a personas de entre 30 a 59 años y hay un ligero predominio por el sexo femenino.
Más información sobre la hemólisis
Existen más de 60 proteínas que intervienen en el funcionamiento del sistema del complemento, sin embargo, al grupo de proteínas que tienen una mayor participación en este proceso se le denomina la cascada del complemento. Está compuesto por nueve componentes centrales que son numerados del 1 al 9 (C1-C9). Las dos proteínas claves en esta cascada son C3 y C5. Como si fueran fichas de dominó, las proteínas C3 y C5 se activan en un orden específico cuando el sistema inmunitario detecta un peligro. Primero se activa C3, que marca células dañadas y patógenos. Posteriormente, se activa C5, iniciándose la formación del complejo de ataque a la membrana (MAC) que produce un orificio en la superficie de los glóbulos rojos defectuosos, lo que ocasiona que entre gran cantidad de agua al interior de estas células dañadas provocando que se hinchen hasta romperse (hemólisis).
Existen dos tipos de hemólisis: intravascular y extravascular
Ambos tipos de hemólisis pueden presentarse al mismo tiempo, pero la hemólisis intravascular es la causante principal de los síntomas que experimentan los pacientes con HPN, mientras que la hemólisis extravascular cobra relevancia en el caso de pacientes tratados con fármacos que inhiben C5.
- Hemólisis intravascular: Destrucción de los glóbulos rojos en el interior de los vasos sanguíneos. En este proceso interviene el complejo de ataque a la membrana del sistema del complemento.
- Hemólisis extravascular: Ocurre cuando se acumula en la superficie de los glóbulos rojos grandes cantidades de C3, proteína que los marca para que sean destruidos en el hígado o el bazo.
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Información sobre la patología: https://sobi.es/acerca-las-enfermedades-raras/patologia/hemoglobinuria-paroxistica-nocturna
Vídeos sobre la patología: https://sobi.es/acerca-las-enfermedades-raras/patologia/hemoglobinuria-paroxistica-nocturna/sintomas-causas-y-efectos