Las causas de la obesidad son múltiples. Las más frecuentes, sin lugar a dudas, son una mala alimentación y la falta de ejercicio físico, aunque también existen factores como los genéticos y socio-económicos que favorecen su aparición.

 

Otros aspectos que hay que tener en cuenta son la existencia de enfermedades que pueden favorecer la obesidad, así como algunos tratamientos farmacológicos, falta o cambios en el ritmo de sueño.

 

Por último, algunas etapas en la vida como momentos de estrés, la menopausia o después de dar a luz suponen un aumento de peso que, si no se trata, puede acabar provocando obesidad.

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