Los expertos advierten que tiene un gran impacto en la calidad de vida del paciente y es un factor de riesgo de múltiples enfermedades como diabetes, hipertensión y complicaciones cardiovasculares (especialmente la cardiopatía isquémica). Además, también predispone a otros problemas del aparato locomotor, como la degeneración de las articulaciones a edades precoces o algunos tipos de cáncer como el cáncer de endometrio, de próstata y mama.

 

Según los expertos, la prevención desde la infancia es imprescindible para reducir las cifras de obesidad. Dicha prevención debe incluir un cambio de hábitos en alimentación y en actividad física.

 

El abordaje de la obesidad debe hacerse de forma multidisciplinar incluyendo:

 

  • Alimentación saludable: limitar la ingesta de calorías grasas y azúcares, aumentar el consumo de fruta, verdura, legumbres, cereales integrales, carnes magras y blancas y pescados.
  • Ejercicio físico de forma regular: se recomiendan 150 minutos semanales de actividad moderada, 75 minutos semanales de actividad intensa o una combinación de ambas.
  • El apoyo psicológico
  • El tratamiento farmacológico en casos extremos

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